Vecina

Vecina

Durante casi una semana fuimos vecinos. Puerta con puerta.
Me habitué a su sonrisa de niño que es porque nació diferente.
Se habituó a la mi presencia y a los pedazos de conversación que hacía con la familia; La madre que ja ni sabe sonreír, el padre - Manel, cerrado en su "capullo", parco en palabras. Y una hermana que tiene un café en Lisboa, allá para los lados de Linda-La-Vieja.
Viven en una casa que no es una casa. En una calle que tiene el nombre del "Pueblo"... pero de un pueblo que ya no es de allí. Están todos para Francia. los que no están murieron.
Ella estaba triste porque le dijo que me ía aunque. Tenía que volver hacia casa. Sentí esa tristeza tan pura, tan bonita y la registré con la certeza de volver. En breve.Rãs, Viseu, 2009.