Especial / Fotógrafos del mes / 2021

06-Lola Martínez Sobreviela

Cuéntanos un poco más acerca de ti.
Nací en Zaragoza, allí estudié Filología Hispánica y trabajé en la enseñanza, principalmente impartiendo clases particulares de lengua española, latín y comentario de textos. Viví cuatro años en Bilbao y desde hace treinta en Pamplona, actualmente en un pequeño pueblo de La Valdorba. Desde que mi compañero y yo nos retiramos al campo, dejé de trabajar en el diseño de cubiertas para libros de Humanidades publicados por una editorial zaragozana, Libros Pórtico. Actualmente colaboro fotografiando para Astrolabio, una asociación de estudios sobre Románico, tan notable como abundante en esta zona donde resido.
Además de la fotografía, me interesan la antropología, las mitologías y religiones comparadas y muy especialmente el estudio del arte rupestre y las sociedades paleolíticas. La lectura me resulta indispensable y me gusta escribir poesía, ya sea con palabras o imágenes.
La fotografía supone para mí búsqueda y descubrimiento de las múltiples facetas de la realidad y los sutiles límites con la ficción. De ahí viene mi gusto por el fotomontaje, el collage y la experimentación mediante corrección digital de formas y texturas.

¿Cómo empezaste en la fotografía?
Empecé con la fotografía al recibir como regalo una Olympus digital compacta en 2004 y explorar libremente sin invertir gastos en revelado, aprendiendo de forma autodidacta por fallos y aciertos, numerosos tutoriales y webs de fotografía. En 2008 me inicié en el revelado digital con una Canon réflex y me registré en fotocommunity, donde tuve ocasión de conocer virtual y personalmente a gente con gran experiencia y originalidad, de quienes aprendí a moverme con mayor soltura en esta apasionante afición.

¿Podrías resumir tu currículo y tu formación en la fotografía?
Soy autodidacta, sin cursos de formación. Llegué a la fotografía desde el diseño gráfico, que he venido practicando desde 1990 mediante diversas actividades y trabajos: colaboraciones en fanzines y revistas de pequeño formato, diseños para serigrafía, logotipos, cuadernos monográficos; diseño y maquetación para diversas publicaciones del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra, Euskarabidea, y un cuaderno didáctico para el Ayuntamiento de Pamplona; creación de cubiertas para libros de Humanidades publicados por Libros Pórtico; composición de carteles para la Asociación Navarra de Ilusionistas y diversos encargos de particulares. También ilustré con foto de portada el libro Sobre la grama, de Gioconda Belli, publicado por Norma Editorial, La Otra Orilla en Bogotá, 2011; para ella y su partido de la Izquierda erótica colaboré con carteles dirigidos a clases de maternidad y guarderías latinoamericanas.
Conformando esta miscelánea, la fotografía fue convirtiéndose en una eficaz herramienta, ya que la manipulación y combinación digital de texturas resultaba idónea para crear fondos en las cubiertas de libros, en la composición de carteles; también conjugando dibujo y fotografía en la maquetación de cuadernos didácticos conseguía experiencias formativas y resultados satisfactorios.
Al margen de alguna esporádica exposición de fotos en bares del casco viejo de Pamplona junto a otra amiga aficionada, en 2018 maqueté y publiqué, en compañía de dos cercanas poetas que me introdujeron en la técnica del haiku, un libro ilustrado con fotos propias y las de otro aficionado, titulado Trébol foto-haikus, editado por Libros Certeza en Zaragoza.

¿En qué te encuentras trabajando actualmente?, ¿tienes algún proyecto nuevo?
En estos dos últimos años, ya en el entorno rural, he colaborado con un etnógrafo tomando fotografías de ruinas y paisajes en pueblos abandonados para incluir en su libro La Bizkaia de Navarra. Memorias de un valle en silencio, de Juan J. Recalde, publicado el pasado 2020. También coopero como fotógrafa con Astrolabio, Asociación para el estudio y proyección del Románico en Navarra, actualmente inmersos en un apasionante proyecto de investigación de vestigios de las representaciones teatrales medievales en iglesias románicas navarras, previsto para éste y el próximo año 2022 en diversas localidades; este verano preparo una exposición sobre el tema en cuestión. Seguiremos con la divulgación en el transcurso de ambos años, con exposiciones, proyecciones y folletos, con actuaciones teatrales y musicales, encuentros, charlas y conferencias.

¿Tienes alguna foto especial, alguna foto que te haya aportado mucha satisfacción?
Destacaría como peculiar e íntimo el collage de un retrato de mi hija y un panorama: paisaje interior.
Sentí satisfacción al expresar visualmente un sentimiento. Consigo transmitir más con la fotocomposición que con la foto convencional, haciendo un todo con elementos en apariencia dispares, porque es similar a escribir un poema y llego más lejos descubriendo la realidad emocional mediante una metáfora.

¿Cuál de las fotos que has hecho y presentado en fotocommunity es la que ha tenido más acogida por parte de los usuarios?
Memoria de Carmen, por el tipo de composición y edición pero sobre todo por el carácter emotivo y nostálgico, por ese poder de la fotografía como herramienta para preservar la memoria.
Memoria de Carmen
Memoria de Carmen
Lola Martínez Sobreviela


¿Qué es lo que hace que fotocommunity sea especial para ti?
Creo que se aprende mirando, asimilando, descubriendo cómo trabajan quienes saben y pueden enseñar y obviamente buscando su asesoramiento. Pude conocer personalmente a algunos miembros de la web cuyos consejos me han resultado muy valiosos y fotografiar junto a ellos ha supuesto una provechosa y eficaz oportunidad. Por otra parte, contemplar tan variadas imágenes alentaba mi expresión, estimulaba mi tendencia a poetizar y transcribir lo que ciertas fotos me evocaban; al plasmarlo a veces en los comentarios, algunos contactos de FC me ofrecieron gratas ocasiones de colaborar con textos en prosa y en verso para sus exposiciones fotográficas de diferentes temas: paisajísticos, circenses, composiciones de foto y pintura digital, diálogos para secuencias de escenas o incluso macros de gotas de agua, experiencias que resultaron gratificantes y sumamente enriquecedoras. También he aprendido mucho de las inspiradoras creaciones de quienes practican el fotomontaje y conjugan pintura, foto y escenografía de forma magistral.

¿Crees que es posible aprender de fotografía mirando fotos?
No creo en los dones, sí en las aptitudes sensibles que se van formando tempranamente o estando latentes, se manifiestan en una oportunidad para realizarse. Confío en el trabajo experimental y tenaz, en la ilusión por expresar la fugacidad de los instantes atesorados y aunque en principio la falta de técnica no consiga embellecer nuestro estímulo, es cuestión de trabajarla: la destreza se aprende pero la mirada inquieta en busca de hallazgos es el auténtico motor en toda actividad creativa.

¿Qué buscas en una imagen cuando estás tomando fotos o editándolas?
Para mí una foto especial es la que escribe con luz, la que nombra las cosas para constatar que existen. Hay imágenes de las que brotan palabras, igual que nacen versos en cajas de luz y cuartos oscuros. Los antiguos decían ut pictura poesis: la poesía es imagen que habla y la imagen poesía muda. Confluencias: hay fotos con aroma, tacto, sonido. Sintonías: hay palabras que ponen alas a fotografías.

Completa la frase: "Soy una fotógrafa de..."
Mejor empezaría por preguntarme si de verdad soy fotógrafa... creo que todavía no al completo, porque empecé tarde y ni con siete vidas conseguiría aprender tanto como me queda. Artista es quien consigue hacer lo que se propone sin necesidad de conformarse con lo que simplemente puede conseguir. No obstante, aunque la despensa del saber está repleta de frutos inalcanzables, haber nacido en esta época y lugar nos ha permitido acceder a un edén sin restricciones donde todos los árboles de las ciencias que deseemos investigar comban sus ramas a nuestro alcance. Sin duda esto es un privilegio.
De todos modos y para no evadir la pregunta, creo que soy fotógrafa de detalles, de búsqueda de analogías y de encuentros entre motivos, que en apariencia distantes, hallan una convergencia en la composición. Hay cierta magia en el collage y el fotomontaje estimula la alegoría. Esencialmente busco plasmar sensaciones, impresiones y transmitir emociones. A un nivel más práctico y laboral, me gusta indagar en las combinaciones de texturas para la creación de fondos susceptibles de servir como base a cubiertas de libros, carteles u otro tipo de trabajos, como antes mencionaba.
A veces planeo los fotomontajes, observo motivos combinables y los reservo para posibles composiciones. En otras ocasiones, repasando fotos anteriores descubro de repente que parecen atraerse y pruebo a conjugarlas. Por supuesto, si se trata de fotografías de encargo para la ilustración de libros o la recopilación de imágenes de cara al estudio de un tema concreto, la planificación rigurosa es imprescindible; con la espontaneidad se arriesga y se aprende pero es preferible reservarla a los experimentos personales.

¿Qué software usas para procesar tus imágenes?
Yo no he practicado la fotografía analógica y he descubierto el revelado en el ordenador. Almacenar en raw marcó un descubrimiento extraordinario por las impresionantes posibilidades que ofrece; desde 2008 revelar se ha convertido en un estímulo. Confiere una inestimable ayuda para comprender mediante la práctica el funcionamiento de la luz y el color. Comencé también a utilizar filtros pero con prudencia, graduando los ajustes, aplicando por zonas o combinando diversas capas. En cuanto a edición he mantenido una práctica constante.
Revelo con Camera Raw de PhotoShop y edito con Corel PhotoPaint, es mi programa principal porque dispone de una interfaz muy ágil con Corel Draw, de tal forma que permite crear folletos y libros editando las imágenes sin salir del programa de maquetación. También utilizo Corel PaintShop Pro y esporádicamente Artizen HDR o Photomatix Pro. En cuanto a filtros, Nik Collection de PhotoShop.

¿Podrías describir tu equipo fotográfico?
Tengo una Canon EOS 450D y otra EOS 200D. Y por supuesto un trípode firme y robusto.
Objetivos: 18-55 mm 0.25/0.8ft, es con el que empecé; un macro 100 mm 1:2.8L IS USM , que empleo también como tele corto; un angular 10-18 mm 0.22/0.7 ft que en ciertas situaciones de luz utilizo con un filtro polarizador Kenko Pro1D; y por último un 50 mm, que me parece una lente imprescindible para cualquiera; alguna vez lo pruebo con una lupa B+W 52E Macro +10, que adquirí antes de tener el 100 mm, pero me cuesta pillarle el punto.

¿Qué sientes que te falta por aprender?
La fotografía nocturna, los contraluces, los barridos... abarcar, comprender y utilizar tal multitud de funciones, botones y opciones, no sólo de la cámara sino también de los programas de edición.

¿Cuál fue el momento más gratificante que te ha dado la fotografía? ¿O un momento que nunca vas a olvidar?
Cuando empecé a colaborar con la Asociación de estudios del Románico, uno de sus miembros me propuso subirme a una grúa para captar de forma frontal y cercana los admirables canecillos del monasterio de Katalain, en La Valdorba, Navarra. La pericia del gruista, inclinando a tope el brazo y la plataforma donde nos encontrábamos, consiguió vencer la dificultad de acceso a una de las fachadas, pues elevadas vallas impedían la entrada a la zona posterior, que en origen fue el interior del monasterio y donde se ubicaban figuras que no habían sido fotografiadas hasta entonces. Fue emocionante porque allí arriba pudimos constatar detalles de otro modo imperceptibles, que demostraban ciertas hipótesis del especialista que me acompañaba.
Este mes pasado he sentido también una gran satisfacción al fotografiar los frescos de una iglesia prerrománica, donde gracias al acercamiento a los detalles se han descubierto peculiaridades que parecen avalar las tesis sobre las representaciones teatrales medievales en el interior de las iglesias.

¿Tienes algún fotógrafo de referencia?
Elliott Erwitt por su humor, ironía y originalidad. Pieter Henket por su maravilloso trabajo de Congo Tales. Paloma Rincón por sus bodegones creativos y experimentales. A Chema Madoz lo admiro por sus imágenes poéticas y singulares, el surrealismo que imprime a lo cotidiano, la versatilidad que halla en los objetos inertes que cobran nuevas vidas. Sarolta Bán y sus fotoalegorías, es una espectacular creadora de ilusiones con una maestría técnica impresionante y una fantasía contagiosa. Ricardo Salamanca y su Sala mágica es cautivador, un auténtico ilusionista de la imagen un excelente trabajo técnico y creativo. Erik Johansson por el surrealismo al más puro estilo de Escher o Magritte, atrapa a cualquiera.
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