NASA e INTA

NASA e INTA

En las afueras de la localidad de Robledo de Chavela (municipio cercano al monte de la Almenara, en la Sierra Oeste de Madrid), se encuentra la Base Aeroespacial de Robledo de Chavela, creada en 1.964 al amparo de un acuerdo de cooperación científica y técnica para la investigación pacífica del espacio, firmado entre los gobiernos de España y Estados Unidos, renovable cada diez años. Es una base de seguimiento de satélites de la NASA (National Aeronautics and Space Administration) y el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial “Esteban Terradas”), conocida como MDSCC (Madrid Deep Space Communications Complex), o "Estación de Seguimiento y Adquisición de Datos de la NASA".

Ya el 23 de agosto de 1.966, en esta estación se recibió la primera fotografía de la Tierra vista desde las cercanías de la Luna. La antena de la Estación de Fresnedillas de la Oliva, de 24 m. de diámetro, se trasladó, pieza a pieza, a Robledo de Chavela, y fue ampliado hasta los 34 m. de diámetro actuales. Es apodada “La Dino”, y sirvió de apoyo, junto al resto de antenas de la Red del Espacio Profundo, tanto al vuelo del Apollo 11 en 1.969 (primera misión tripulada que llegó a la Luna), como al resto de las misiones Apollo («sin las vitales comunicaciones mantenidas entre el Apollo 11 y la estación madrileña de Robledo de Chavela, nuestro aterrizaje en la Luna no habría sido posible», afirmó Neil Armstrong).

El complejo ocupa 47 hectáreas y cuenta con seis antenas de diferentes diámetros: la más grande, de 70 m. (construida en 1.974 con 64 m. y ampliada en 1,987 a los 70 m. actuales, 10 m. más que el ruedo de la plaza de toros de Las Ventas en Madrid, y capaz de ampliar una señal 25 millones de veces); tres de 34 metros; una de 26 metros (capaz de girar tres grados por segundo para el seguimiento de vehículos en órbita terrestre) y una de 11 metros. Cuenta con más de 150 trabajadores y un presupuesto que supera los 10 millones de euros, pagados íntegramente por la NASA. Aparte de misiones puntuales de apoyo a lanzamientos, hay de 22 a 24 vehículos espaciales en comunicación permanente con esta base.

La mayor distancia cubierta por las antenas de Robledo es la comunicación con la nave Voyager II, que se encuentra a unos 10.500 millones de Km. La señal electromagnética enviada desde la Tierra a la velocidad de la luz (300.000 Km. por segundo) hasta dicha nave tarda 19 horas en ir y volver, mientras que el retorno con la luna apenas tarda un par de segundos.

Junto a éste, sólo existen otros dos complejos de comunicaciones de este tipo en el mundo, ubicados en Goldstone (California) y Canberra (Australia). Separados unos 120 grados en longitud, los tres permiten que cualquier nave espacial esté siempre en el campo de visión terrestre, pese a la rotación del planeta.